
La llegada de la primavera invita a transformar cada rincón de casa y dejar atrás la atmósfera del invierno. Renovar los ambientes no siempre requiere grandes esfuerzos: pequeños cambios en textiles, colores y detalles decorativos pueden traer a cualquier espacio luminosidad y frescura.
Textiles livianos
El primer paso para adaptar la casa a la nueva estación consiste en sustituir los tejidos gruesos y pesados, habituales en los meses fríos, por materiales más ligeros.
El encanto de la naturaleza
La incorporación de flores frescas y plantas de interior es otro recurso fundamental para revitalizar los ambientes.
Color al poder
Actualizar la paleta cromática es una estrategia eficaz para reflejar el espíritu de la temporada. Sustituir los colores oscuros y apagados del invierno por blancos luminosos, tonos suaves y matices inspirados en la naturaleza o introducir patrones vivo como rayas y cuadros, puede lograrse mediante fundas de almohadones, cuadros o incluso pintando una pared.
Ambientes despejados
El orden y la organización también juegan un papel esencial en la transición estacional.
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